lunes, 5 de enero de 2015

La circulación


El aparato circulatorio está formado por el corazón y por numerosos vasos sanguíneos. Existen tres clases de vasos sanguíneos: las arterias, las venas y los capilares. Las venas y las arterias son gruesas y los capilares finos.

Las arterias llevan la sangre desde el corazón a todos los órganos del cuerpo. Las venas conducen la sangre des de los órganos al corazón. Las arterias y las venas se unen entre sí por los capilares.

La sangre es un líquido que circula por el interior delos vasos sanguíneos transportando:


  • Sustancias de una parte a otra de nuestro cuerpo.
  • Sustancias nutritivas del intestino a todas las partes del cuerpo.
  • Oxígeno a todo el cuerpo.
  • Dióxido de carbono de todas las partes del cuerpo a los pulmones.
  • Las sustancias de desecho que produce el cuerpo hasta los riñones y la piel.

La sangre contiene agua, glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Los glóbulos rojos son los que transportan el oxígeno y el dióxido de carbono. Los glóbulos blancos protegen el cuerpo de enfermedades producidas por microorganismos. Las plaquetas cicatrizan las heridas.

El corazón es el órgano que mueve la sangre para que ésta circule por los vasos sanguíneos. Es un órgano muy musculosos del tamaño de un puño.

Decimos que la sangre circula porque al moverse vuelve siempre al mismo punto de partida, es decir, el corazón. En su recorrido por el cuerpo, la sangre realiza dos circulaciones: una del corazón al cuerpo y de éste al corazón; esta circulación se llama circulación mayor. Otra del corazón a los pulmones y de éstos al corazón; esta circulación se llama circulación menor.


Haz clic en el enlace para saber más sobre el aparato circulatorio.

Web: El aparato circulatorio


Para aprender más sobre el corazón puedes ver el siguiente vídeo de Érase una vez el cuerpo humano

Vídeo: Érase una vez El Cuerpo Humano. El corazón.


La respiración



El aparato respiratorio se compone de los pulmones y de las vías respiratorias.

Las vías respiratorias son: las fosas nasales, la laringe, la tráquea y los bronquios. A través de las vías respiratorias pasa el aire del exterior a los pulmones. Los pulmones absorben el oxígeno del aire.

El aire entra por las fosas nasales, que se encuentran en el interior de la nariz. En las fosas nasales el aire se calienta. Dichas fosas nasales tienen una piel húmeda, llamada mucosa, que produce moco. La mucosa y los pelos de la nariz retienen el polvo del aire. Así, el aire se calienta, se humedece y se limpia antes de pasar a la faringe.

De la faringe,el aire pasa a la laringe. La laringe contiene unas membranas, llamadas cuerdas vocales, que vibran cuando hablamos.

Desde la laringe, el aire pasa a la tráquea. La tráquea es un tubo formado por anillos rígidos, que evitan que se aplaste. De esta manera, la tráquea siempre está abierta al paso del aire, excepto cuando tragamos o nadamos bajo el agua.

Al final de la tráquea hay dos tubos que penetran en los pulmones. Son los bronquios. Dentro de los pulmones, los bronquios se ramifican en tubos más finos, llamados bronquiolos. Los bronquiolos terminan en unas cavidades, llamadas alvéolos, que están rodeados de numerosos capilares. 

Los pulmones son dos órganos que, junto con el corazón llenan la caja torácica. Se dilatan al inspirar y se contraen al espirar. La inspiración y la espiración son los dos movimientos dela respiración. Los producen los músculos costales y el diafragma.

Durante la inspiración desciende el diafragma y se contraen los músculos costales. Al haber más sitio en la caja torácica los pulmones se ensanchan y entra el aire.

Durante la espiración asciende el diafragma,se relajan los músculos costales y descienden las costillas. Los pulmones se estrechan y se expulsa el aire.

Normalmente, respiramos unas 14 veces por minuto. El aire que espiramos es una mezcla de gases pero nosotros solo tomamos el oxígeno. Este oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y de allí, gracias al aparato circulatorio, llega al resto del cuerpo.

La sangre transporta el dióxido de carbono producido en el cuerpo. Al llegar la sangre a los capilares de los alvéolos, este dióxido de carbono pasa de la sangre a las vías respiratorias, y de allí al exterior. Al circular la sangre, los glóbulos rojos transportan el oxígeno a todas las partes del cuerpo. En éstas, el oxígeno se combina con las sustancias nutritivas para producir energía y calor.


Haz clic en el siguiente enlace para saber más sobre el aparato respiratorio.

Web: El aparato respiratorio



Para aprender más sobre cómo funcionan los pulmones mira este vídeo con el que podrás hacer un interesante experimento con la ayuda de tus padres.


Vídeo: Experimento para hacer en casa con la ayuda de los padres.


La digestión




La digestión es el conjunto de cambios que se producen en los alimentos para aprovechar las sustancias nutritivas y eliminar las sustancias de desecho.

Para aprovechar las sustancias nutritivas, el aparato digestivo tiene que transformar los alimentos. En esta transformación intervienen los órganos siguientes: la boca, el estómago, el hígado, el páncreas y el intestino.

El aparato digestivo se comunica con el aparato circulatorio, y a este aparato van a parar las sustancias nutritivas.

Cuando la sangre lleva pocas sustancias nutritivas, sentimos hambre. Entonces, el aparato digestivo se activa al ver, oler, recordar o imaginar alimentos. Esta activación consiste en segregar saliva en la boca y jugos gástricos en el estómago.

Si al sentir hambre no comemos, el cuerpo gasta los lípidos acumulados como reserva y pierde peso. Si comemos, estas reservas se mantienen e incluso se pueden acrecentar, aumentando de este modo, el peso de nuestro cuerpo.

Podemos tragar directamente los alimentos líquidos, pero no los alimentos sólidos. Los alimentos sólidos, una vez en la boca son masticados por los dientes y envueltos con la saliva para hacerlos más pequeños y ablandarlos. Los alimentos triturados y mezclados con saliva forman el bolo alimenticio, que pasa a la faringe cuando tragamos.

Al tragar, la lengua empuja el bolo alimenticio hasta la faringe. La faringe es la parte del tubo digestivo situada en el cuello. Por ella pasa el aire mientras respiramos.

El alimento no debe entrar hacia las vías respiratorias porque podríamos ahogarnos. Para evitarlo tenemos una válvula, llamada epiglotis, que tapa la apertura de la laringe al tragar.

Detrás de la epiglotis comienza un tubo que recorre el tórax: el esófago. Los músculos de sus paredes ayudan a que baje la comida hacia el estómago.

En el estómago, los alimentos se mezclan con el líquido que produce su pared. Este líquido es el jugo gástrico. Sirve para transformar las proteínas de los alimentos en sustancias más sencillas.

La comida sale del estómago convertida en una papilla blanquecina, atraviesa un pequeño estrechamiento llamado píloro y llega al intestino delgado.

En el intestino delgado se completa la digestión de los alimentos con la ayuda de otros dos órganos digestivos: el hígado y el páncreas.

El hígado segrega continuamente un líquido llamado bilis. La bilis se guarda en una pequeña bolsa: la vesícula biliar.

La vesícula biliar vierte la bilis al intestino delgado cuando pasa la papilla de alimentos. La bilis convierte las grasas y los aceites en pequeñas gotitas.

El páncreas produce otro líquido, el jugo pancreático y también lo vierte al intestino. El jugo pancreático descompone las gotitas de grasa y las proteínas no descompuestas en el estómago.

Los lípidos, los hidratos de carbono y las proteínas, una vez transformados en el aparato digestivo, constituyen las sustancias nutritivas. Estas atraviesan la pared del intestino a través de pequeñísimos pliegues, que llamamos vellosidades intestinales.

Por este proceso, llamado absorción, las sustancias nutritivas de los alimentos llegan al sistema circulatorio y se mezclan con la sangre.

Las sustancias de desecho, es decir, los restos de los alimentos que no se absorben, como por ejemplo, la fibra, pasan del intestino delgado al intestino grueso mezclados con agua.

En el intestino grueso, parte del agua se absorbe y pasa a a sangre; otra parte del agua, junto con las sustancias de desecho, constituyen las heces fecales. Éstas se expulsan al exterior por el ano.


Haz clic en el enlace para saber más sobre el aparato digestivo.

WebEl aparato digestivo


Con este juego podrás repasar lo que has aprendido acerca de la digestión.

Vídeo: Juego.